Agustina Bazterrica ganó el Premio Ladies of Horror por su novela “Cadáver exquisito”

 Agustina Bazterrica ganó el Premio Ladies of Horror Fiction a la mejor novela con “Cadáver exquisito”, traducida por Sarah Moses y publicada como “Tender is a flesh”.


“Media res. Aturdidor. Línea de sacrificio. Baño de aspersión. Esas palabras aparecen en su cabeza y lo golpean. Lo destrozan. Pero no son solo palabras. Son la sangre, el olor denso, la automatización, el no pensar. Irrumpen en la noche cuando está desprevenido. Se despierta con una capa de sudor que le cubre el cuerpo porque sabe que le espera otro día de faenar humanos”. ⠀
Así arranca “Cadáver Exquisito”, una distopía en la que todos los animales del planeta deben ser sacrificados tras la aparición de un virus letal para la humanidad. Estudios científicos de grandes instituciones decretan que no es posible sobrevivir sin proteína animal, por lo que se toma la drástica decisión de legalizar el canibalismo así como la cría de humanos.


Cadáver exquisito incomoda porque nos pone frente a frente con eso que preferimos evitar (lo que le pasa a un  carnívoro cuando se burla de un vegano, por ejemplo), incomoda porque nos muestra con qué facilidad podemos ser manipulados por un capitalismo salvaje, y naturalizar el horror justificándonos por nuestra incapacidad de pararnos de cara frente a la barbarie. ⠀

Con una prosa directa, al hueso, y un final sorprendentemente aterrador, Agustina Bazterrica nos adentra en una historia que tiene como eje uno de los debates centrales de nuestra especie.

Pero lo que acá se publicó como una distopía oscura en la que la autora cuenta de qué forma trabajó en cómo naturalizamos la crueldad, en el exterior se presentó como una novela de género, más precisamente del horror.

La autora ya tiene un historial de premiaciones, su novela fue ganadora del premio Clarín Novela 2017 y publicada posteriormente por la editorial Alfaguara. Sobre los concursos Agustina dice que “el hecho de haber participado en muchos concursos literarios en mi vida, de haber ganado algunos y perdido muchísimos más, me enseñó que los concursos siempre son una oportunidad porque le dan visibilidad a tu obra, la acercan a nuevos lectores, pero ganar no garantiza que la obra sea buena, ni que uno sea un gran escritor. Cada lector definirá qué le pasa con la obra al momento de sumergirse en ella. Me pasa como lectora, que leo obras multipremiadas que no me interpelan, que no me generan nada y obras que nadie las destaca, que me vuela la cabeza. Sin embargo, siempre es una alegría ganar y desde ya aprecio y agradezco al jurado que eligió mi obra en cada uno de esos concursos, porque le dieron la oportunidad de ser leída por más personas”

¿Y cuál es la importancia que le das al premio Ladies of Horror Fiction, en particular?

Publicar en Estados Unidos es extremadamente difícil porque tienen un mercado interno enorme, y sólo se traducen el 4% de las obras que se leen y ese porcentaje incluye a los clásicos. Por lo tanto, haber sido publicada y ahora premiada, es un honor enorme. Además de todas las novelas nominadas, mi libro es el único traducido. Estoy muy agradecida por todo lo que pasa con Cadáver Exquisito. 

La temática de la novela resuena cada vez con mayor fuerza ¿crees que desde la literatura se puede colaborar a generar el debate antiespecista?

Sí, creo que el arte siempre es un espacio para la reflexión. Es por eso que con Cadáver Exquisito intenté no caer en la novela con moraleja o panfletaria, porque creo que la buena literatura es la que te interpela, te genera cuestionamientos, te invita a reflexionar. Es lo que hago cuando me invitan a hablar a escuelas, porque tengo la suerte de que Cadáver se da en muchísimas escuelas. Tuve la oportunidad de dialogar con adolescentes acerca de qué y cómo comemos, del capitalismo salvaje, de la trata de personas, en fin, de muchísimos temas que ellas y ellos pensaron con cada profe. Además, hace poco me enteré que hubo una mesa dedicada a analizar Cadáver Exquisito en el VII Congreso Internacional de Narrativa Fantástica de Lima, Perú. Y también hubo trabajos que se presentaron analizando Cadáver exquisito en las Jornadas Internacionales de Arte, literatura revolución y poder en América Latina de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Y es inevitable que trabajando con mi novela se genere el debate antiespecista porque ese es uno de los temas principales con los que trabajo.

¿A qué creés que se debe el boom de las mujeres escribiendo horror?

Creo que hay muchas personas escribiendo excelentes libros de horror, pienso de Diego Muzzio y su maravilloso libro Las esferas invisibles, por ejemplo. Pero es verdad que muchísimos de esos libros valiosos los escribieron mujeres. Me gustaría nombrar a algunas. La mexicana Fernanda Melchor con su Temporada de huracanas que es una piña tras otra, un libro durísimo pero magnético; la ecuatoriana Mónica Ojeda con su libro de cuentos Las voladoras, bellísimo y cruel; María Fernanda Ampuero, también ecuatoriana, con su libro potentísimo Pelea de gallos; la colombiana Pilar Quintana con su libro La perra donde la naturaleza es una amenaza latente; o la rusa Anna Starobinets, con su Una edad difícil que es, simplemente, maravilloso y por supuesto, voy a nombrar a las argentinas Samanta Schweblin que llevó la extrañeza y lo siniestro a otro nivel y a la Reina indiscutida del Terror Argentino, Mariana Enriquez. Considero que todas ellas, y muchas más a las que quiero leer, están teniendo tanto éxito porque escriben buena literatura, porque tocan temas universales, porque hablan de la condición humana desde distintas perspectivas y porque sus voces son iluminadoras, novedosas, potentes, independientemente del género en el que escriban.

¿Crees que esta compensación en la publicación de textos de autoras resuelve la deuda que la literatura tuvo con nosotras durante siglos o es solo una moda?

Creo que si nos ponemos en matemáticos, tendrían que publicar solo a mujeres y minorías de acá a lo que resta del siglo y no llegaríamos a compensar el desbalance. Pero a mí no me interesa replicar el modelo del patriarcado que excluye y discrimina, no quiero que construyamos un matriarcado donde solo reinen las mujeres. Me interesa un mundo con mayor equidad, con voces diversas. Jean Rhys, la autora del Ancho mar de los Sargazos dijo “Todo lo que escribimos es un gran lago” y ese gran lago de alimentó durante mucho tiempo exclusivamente de las voces de hombres, ahora tiene que enriquecerse también con las voces de las mujeres y las minorías. Y no creo que sea una moda, las mujeres y minorías estamos acá para quedarnos.

Tu libro acá se cataloga como una distopia, en Estado Unidos como terror ¿qué opinas de los géneros literarios? ¿sirven? ¿nos encasillan? ¿te identificas con alguno en particular?

No creo que mucho en los géneros, para mí todo es literatura. El mercado es el que clasifica los libros supongo que para ayudar a los lectores, guiarlos. También es real que hay ciertos temas y modelos estructurales que se replican y podrían agruparse dentro de un género, pero personalmente me nutro de todo y no me dedico ni a escribir ni a leer solo un género. En mi literatura se mezcla todo, se funden los géneros y eso también me da la posibilidad de escribir con más libertad. Cuando escribía Cadáver exquisito nunca pensé “estoy escribiendo una distopía, o una novela de terror”, lo que pensaba era “estoy escribiendo algo, veremos a dónde me lleva”.

¿En qué anda Agustina -literariamente hablando- ahora?

Ahora estoy con una novela con ciertos tintes distópicos, truculenta también, pero con cierto misticismo y un lenguaje bastante poético. Ahí estoy explorando el tema del fanatismo, pero también estoy tratando de trabajar sobre la belleza en la crueldad. Pero antes de empezar esta novela había empezado con una erótica muy alejada de lo distópico, pero la dejé a un costado porque la historia que estoy trabajando ahora se impuso. Cosa que me pasó con Cadáver Exquisito, se impuso sobre otras ideas que no terminaban de tomar forma.