Mientras te llamo diseño mi tumba de Flavia Calise

Flavia Calise, poeta y performer, publicó con Editorial Concreto, su último libro, en donde habita una palabra que traza un camino, una forma de comprenderse y ser amable con esa una que fue y que en pequeñas cosas lo sigue siendo.

Se refieren al libro como un recorrido, algo que se traza y no es lineal, que te atraviesa, te forma y rompe al mismo tiempo, ¿cómo describirías este recorrido? ¿Es un recorrido o debería llevar otro nombre? 

soy un volcán de cabeza con metrónomo quieto en aceleración: no quiero curarme de mi velocidad

Cuando se dice que el libro es un recorrido que no es lineal, es porque hay una revisión de los textos, de diez años hacia acá, de la primera publicación en el 2012 hasta ahora, en donde la escritura va degenerando para generar una propia voz poética.  

pido otra lengua para que me ayude. un ángel que fuma me arranca la noche.

Pero también en la escritura hay un intento de reescritura, que considero una forma de reconciliarme con la que fui a mis 19 años, lo que me interesó es que la esencia continué aunque este dicho de una forma que se acerca a un sentir y a una visión actual de la poesía misma.

El título del libro forma parte de uno de los poemas del último capítulo escrito en forma de diario en este caótico 2021, ¿cuál es la razón que ese título lleve dentro de sí todo lo que compone a Mientras te llamo diseño mi tumba?

demasiadas cosas para aferrarse solo a una, pero las palabras se asoman como piedras en la orilla.

(tal vez estoy llena de amores imaginarios)

Hay para mí muchos componentes ocultos que algunos los conozco y otros me resultan completamente desconocidos, si tuviera que pensar en las posibilidades de formación del título, tienen que ver con un entierro propio de una forma que no me interesa personal, política, vital y poéticamente, entonces es una llamada a otra forma y ahí es que está la tumba que se vuelve visible, una tumba con tu propio nombre.  

no salgo ni tampoco existo

si el agua para abajo hunde,

y el agua para arriba ahoga 

pero que nadie absorba

lo que me da esperanza

pero que nadie diga

que toda la rabia importa

impulso dulce no es desesperación

tal vez sea ternura

Por otro lado, el juego con los personajes que van apareciendo y relacionando con ese yo poético y jugando con el encuentro con une otre que a lo que lleva siempre es hablar de une misme. 

Es llamar y saber que se va a la tumba y al entierro pero que de todas formas se va igual, y un poco ese ir se devuelve en poemas.

Los poemas que componen el libro van desde el 2012 hasta el 2021, hay quizás, también algo poético en pensar en esos años, en los números que son todos los mismos pero no porque en su orden forman otra cosa, el paso de los años como aquello que también nos forma en algo distinto pero no. ¿Cuál es esa Flavia de 2012, cuál es la del 2021 y en que coinciden todavía? ¿Hay acaso una coincidencia numérica que incide en lo personal para que este libro abarque este período? Y dichos años, ¿que contienen dentro de sí?

el dolor no se derrite, si bailás en una fiesta

no se rompe fuera del cuerpo

—todo cae para adentro—

alguien que está cerca,

ya nunca será el mismo

En relación al 2012, tenía 19, pagué la primera publicación, no tenía experiencias ni amigues que escriban poemas, estaba muy alejada del centro de donde sucedían las lecturas, estaba triste en ese momento, me contraba con medicación y luego fui internada, llevaba una vida para adentro y con mucho miedo; en la actualidad también tengo miedo pero tengo amigues, referentes y referentas, profesoras, me eduqué en la poesía, aprendí a cuidarme. 

En lo que coincido en relación al 2012 es que hay un impulso por el descubrir, por buscar lo que se denomina belleza: un instante que refresque lo que siento que es el mundo, una bola hostil que gira, asquerosa e injusta —diciendo esto desde mi privilegio de poder habitarlo—, así y todo considero que es hostil y que expulsa a las personas, desde la salud mental hasta todo. 

Todavía coincido en que siempre fui valiente aunque me de mucha vergüenza reconocerlo pero sin eso nunca hubiera escrito.

Lo de los años fue pura coincidencia y me alegro porque creo en eso. Aunque si me pongo a pensar un poco sobre esto, en el 2012 se creía que iba a ser el fin del mundo y es el comienzo de algo que fue como el fin de un mundo, comenzar en la poesía es terminar con algo, empezar a escribir es en cierto modo poder terminar.

El primer poema que abre el libro y pertenece a “Diario en carmesí”, se pregunta ¿la enfermedad no te deja dormir? construyendo una contemporaneidad desde el 2012 que nos habla hoy y que, esa pregunta, sigue resonando como una construcción y una afirmación. En lo contemporáneo hay, cada vez con más énfasis, una atención a aquello que nos desvela y que resuena por dentro, ese insomnio que dice mucho más que la connotación de su propio significado, el libro abre entonces con una problemática que aborda a gran parte de la sociedad, ¿qué significa para vos abrir el libro de esta forma?

¿la enfermedad no te deja dormir? la guerra educó a la generación pasada, a nosotros el insomnio, ¡una amiga comenzó a pensar que las cosas tenían alma y dejó de comer!

Al comienzo no fue pensado, cuando termine el libro lo primero que sucedió fue que me aterre, vi un proceso de 10 años en donde habitaba una condición de mi salud mental que había quedado pegada a los poemas, y muchas veces eso no es tan consciente, de repente cuando lo ví y decidí dejarlo, y antes de que salga el libro lo pensé como una exposición, porque hay una carga social muy grande frente a esto. 

este planeta me pesa

Fue una decisión propia, hasta política, lo que me sucede con eso es que estoy contenta, porque así como se maneja el reflejo de la regulación y no regulación de las emociones en todo el libro, también se refleja luego el cuidado, las elecciones, las herramientas, los procesos, las decisiones al final del libro, las personas que circulan y son parte, es un espacio personal.

En tu escritura te atravesas a vos,  tus vínculos, las cosas que se forman y también se rompen, las cosas estáticas y las que se mueven, desaparecen, y afirmas: ya no huyo del desprecio, lo mastico, ¿qué significa la no huída y hacerse cargo de lo que nos devora para aprender a masticarlo?

mis ideas están derramadas y alguien las pisa. la distancia entre vos y yo se llama enferma

La no huida y hacernos cargo de los que nos devora, es hacerse cargo de lo que se es en el momento que está, hacer lo que se puede con lo que se tiene y ver cómo nos llevamos con eso, esto lo aprendí al final del libro y es ahí que aparece, creo que es parte de un aprendizaje muy fuerte e intenso. 

voy a derribar estas paredes saben demasiado

Poder masticar nuestra soledad y poder lidiar con eso y nos damos cuenta que es algo precioso, entendiendo la connotación de esta misma como algo preciado, necesario, feliz también.

La fiesta, la noche, manchada de malbec y sexo, el otre, hablá despacio. decime tu nombre completo y volvé a empezar, decís también impulso dulce no es desesperación/ tal vez sea ternura. ¿Cómo se habita un otre desde la propia escritura? ¿Cómo se habita a una misma? En otro de tus libros te preguntas ¿Qué es la ternura?, ¿encontraste alguna respuesta?

pido otra lengua para que me ayude. un ángel que fuma me arranca la noche.

Siempre creo que parece une otre en la escritura más allá de que sea ficcional o no, creo que lo importante, es que más allá del género es cómo se llega a plasmar el rasgo de ese personaje de quien queremos hablar, ese camino hacia. Creo que en algún punto también al escribir no hay que dejar de lado que todes somos un recorte, un pedazo y dejar el absolutismo de lado, empezar a jugar entonces con la contradicción en el mismo poema pero también en la vida. 

qué placer verte llegar. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡que se le duerma la piel al mundo!!!!

Creo que habitarse a una misma es un aprendizaje para siempre, con el tiempo hay más herramientas, estoy contenta con al menos intentar habitarme de un modo amable y que eso me lleve a habitar y relacionarme con otras personas de un modo más real y no tan amplificado todo el tiempo, el verdadero cariño y respeto considero que tienen que ver con eso. Me parece importante hablar del respeto no desde la moral, sino desde el lugar de límites y contención.

La ternura es la paciencia, empatía, no juzgar a les demas por cierto rasgo que creemos definitivo, es un gesto chiquito a veces, un mimo, una llamada, un gracias, y sobre todo, hace poco también entendí que la ternura es la liviandad, son los chistes, la risa y que la pesadez esté pero no de forma constante.

escribo porque no puedo cuidar/ de ningún muerto ni decir/ que es la última vez es/ el dolor de los dedos/ contra todas las puertas, ¿qué es la escritura? ¿En qué espacio se encuentra?

haciendo del vacío

un ritmo que no para

No sé qué es la escritura, para mí es mi propia casa. Un lugar donde me siento cómoda y puedo tener los rasgos que quise, sentir las cosas que quise y decir. Se encuentra en los talleres, en compartir con amigues, en la curiosidad, en la corrección propia, en leer a otres, y en ese gesto que creo que tenemos todes quienes escribimos de absorber un poco para que no se nos escape algo que puede ser maravilloso.

Por Florencia C. Barba Lijerón

Fotos: Flavia Paredes