Después de dos años en cartelera Lo que quieren las guachas llega a Mar del Plata y se presenta los días viernes, sábado y domingo a las 23 horas a la gorra.
Esta obra cierra la trilogía de la autora y directora Mariana “Cumbi” Bustinza, tras el éxito de Menea para mí (2015) y Gorila (2016) y, al igual que las anteriores, tiene como eje central temáticas relacionadas a la marginalidad y la lucha de clases, ubicándose en la perspectiva de aquellxs que tienen menos voz.
En esta última entrega, la obra se centra en la problematica del aborto y las diversas formas de la maternidad, entre ellas la deseada y la impuesta.
Lo que quieren las guachas se estrenó cuando aún no teníamos Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sin embargo, su temática sigue siendo igual de actual.
La obra muestra de qué manera dos adolescentes de diferentes clases sociales afrontan un embarazo accidental, dejando en evidencia la desigualdad según su clase y los temores propios de una maternidad a temprana edad.
La estigmatización de un embarazo adolescente corre para ambos lados, sin embargo la manera de llevarlo dependerá de los recursos que cada una tenga.
Por un lado nos encontramos con una chica que asiste a un colegio privado cercano a una zona marginal, y con una sensibilidad y empatía que la hacen ser “la rara” dentro de su grupo de amigxs de clase alta.
Del otro lado del paredón se encuentra una familia compuesta por una mujer trans que se prostituye para mantener a sus dos hijxs. Uno de ellos trabaja vendiendo medias en la calle y así conoce a la chica rica.
Estos dos universos que parecen tan disímiles chocan y encuentran sus semejantes a través del enamoramiento entre la chica de clase alta (Micaela) y el chico de clase baja (Owen). Ellxs intentarán vivir su amor sin prejuicios, pero las diferencias culturales harán que no puedan encajar en su entorno, desencadenando una serie de eventos que ponen de manifiesto la crueldad de un mundo clasista, xenófobo y machista.
Lo que quieren las guachas evidencia que la mujer, sea rica o pobre, es víctima de un sistema patriarcal que la somete a abusos y maltratos sin importar su condición social.
De todas formas, el desenlace de la trama se enfoca en marcar la diferencia tanto más brutal que sufren las mujeres de bajos recursos al tener que acceder a un aborto ilegal.
Y si bien hoy disponemos de una ley que busca evitar las consecuencias trágicas de las practicas ilegales, no evita que la marginalización por el acceso al aborto no recaiga más sobre las clases bajas.
Todavía se escucha el dicho “se embarazan por un plan”: habrá quienes también creerán que “abortan con mis impuestos”.
Además del aborto, Cumbi nos introduce al mundo de las trabajadoras sexuales y nos muestra de qué manera intentan encajar en la cotidianeidad de una sociedad que las utiliza, pero las apedrea, a través del personaje de Mariel. Esta travesti convive con el peligro que conlleva trabajar en la calle y, al mismo tiempo, intenta llevar adelante una maternidad heredada por la que es capaz de dar su vida.
Lo que quieren las guachas sigue vigente porque todavía convivimos con las problematicas que la atraviesan y, sobre todo, porque aún no hay ley que erradique el machismo y la lucha de clases en nuestra sociedad.
Podés verla a partir del 7 de enero los días viernes, sábado y domingo a las 23 horas en Bolivar 3675, Mar del Plata.
La obra es a la gorra.
Por Lala Sosa